Ilustración abstracta que representa la interactividad digital mediante interfaces y elementos de datos conectados

Este informe analiza los paralelismos entre el optimismo actual, impulsado por la inteligencia artificial, y la euforia tecnológica de 1999. A diferencia de las manías pasadas, creemos que este ciclo aún tiene espacio para avanzar.

Destacamos las oportunidades más atractivas y cómo los inversionistas disciplinados pueden posicionarse para participar en la innovación, preservando al mismo tiempo su patrimonio a largo plazo.

El patrimonio en tiempos de euforia

Mark Haefele portrait

Mark Haefele
Chief Investment Officer
Global Wealth Management

Introducción

Hace veintiséis años, en el otoño de 1999, yo estaba sentado —como lo estoy hoy— escribiendo para nuestros clientes acerca de nuestras posiciones de inversión en una época de euforia por las acciones tecnológicas. En aquel entonces, creía que el entusiasmo por el sector tecnológico era excesivo; ahora, en esta carta, pretendo defender el punto de vista opuesto.

Antes, sin embargo, deseo destacar que la burbuja de las “punto com” terminó ridiculizando a casi todos en algún momento. Es probable que esta euforia por la inteligencia artificial (IA) haga lo mismo. Durante la era de las punto com, salir del mercado demasiado pronto parecía desastroso: entre comienzos de 1995 y marzo del año 2000, el índice Nasdaq Composite aumentó casi siete veces. Salir demasiado tarde también resultó desastroso: el Nasdaq cayó casi un 80% desde su punto máximo hasta el fondo en 2002.

Aun así, aunque era casi imposible no equivocarse gravemente en algún momento, tampoco era imposible sobrevivir y prosperar. Cuando el Nasdaq comenzó a desplomarse en el año 2000, los fondos inmobiliarios de Estados Unidos (REITs), los bonos del Tesoro, el oro y el petróleo se mantuvieron estables o se apreciaron. Además, cuando finalmente estalló la burbuja, todavía no había sido ventajoso apostar en contra de internet: entre principios de 1995 y finales de 2002, el Nasdaq Composite ofreció un rendimiento promedio respetable del 7% anual.

¿Qué lecciones podemos extraer para la actualidad?

Primero, es casi imposible acertar con precisión el momento del mercado; los inversionistas deben asegurarse de que el éxito o el fracaso de su plan a largo plazo no dependan de ello. Una parte esencial consiste en mantener el enfoque en sus propios objetivos de inversión.

Segundo, a fin de cuentas, perder las grandes tendencias de largo plazo puede resultar mucho más doloroso que soportar correcciones temporales. La burbuja y el colapso de las punto com hoy parecen solo una ligera desviación en el gráfico histórico.

Tercero, aunque los mercados pueden estar sujetos a fuerzas poderosas que afectan a todas las clases de activos, los portafolios de los inversionistas no necesitan ser completamente rehenes de esas fuerzas.

Creemos que es importante tener exposición a la inteligencia artificial (IA). Pero también consideramos esencial diversificar los portafolios más allá de ella.

En el resto de esta carta, explico por qué creemos que este mercado alcista aún tiene espacio para continuar, describo las fuerzas — dentro y fuera de la IA — que estimamos que lo impulsarán, y destaco dónde vemos las mejores oportunidades tácticas en los mercados actualmente.

Sin embargo, aunque parte de mi labor consiste en mantener a nuestros clientes informados sobre nuestras visiones tácticas, la parte más importante es ayudarlos a proteger y hacer crecer su patrimonio a largo plazo. Por ello, concluyo con algunas reflexiones sobre cómo los inversionistas pueden poner en práctica estas ideas de forma que les permita beneficiarse si tenemos razón respecto al auge de la IA, limitar sus pérdidas si nos equivocamos y mantener el rumbo para prosperar en el largo plazo.

Aún hay espacio para avanzar

Aunque el mercado alcista de acciones ya está entrando en su cuarto año, creemos que todavía tiene margen para continuar. Por ello, este mes elevamos nuestra recomendación para las acciones globales al nivel Atractivo.

El desempeño continuo de las acciones tecnológicas en Estados Unidos es un requisito importante para la continuación del mercado alcista, y en nuestro escenario base esperamos que las acciones vinculadas con la IA sigan subiendo. No obstante, también creemos que un crecimiento económico superior al esperado en Estados Unidos, la reducción de las tasas de interés estadounidenses y el avance de la IA en otras regiones — especialmente en China — ampliarán los motores de apreciación futura más allá del sector tecnológico estadounidense.

Las recientes alianzas multimillonarias entre empresas de computación en la nube (“hyperscalers”) y fabricantes de chips de IA han reforzado nuestra confianza en que las inversiones de capital (capex) relacionadas con la IA superarán las expectativas y se mantendrán fuertes por más tiempo. Mientras tanto, los datos económicos muestran que el crecimiento de Estados Unidos está superando las proyecciones: la estimación de consenso de Bloomberg para el PIB de 2025 ha aumentado 0.5 puntos porcentuales desde su nivel más bajo en mayo.

Estos dos factores nos han llevado a elevar nuestras proyecciones de crecimiento de utilidades en Estados Unidos para 2025 y 2026: ahora esperamos una utilidad por acción (UPA) del S&P 500 de USD 275 en 2025 (crecimiento del 10% anual) y USD 295 en 2026 (crecimiento del 7% anual), ambas cifras representan un incremento de USD 5 respecto de nuestras previsiones anteriores. En nuestro escenario base, estimamos que el S&P 500 alcanzará los 7,300 puntos hacia junio de 2026.

En general, anticipamos un aumento adicional del 9% en las acciones globales (índice MSCI All Country World) hacia junio de 2026. Dichas ganancias podrían materializarse aún más rápido si la próxima temporada de resultados presenta cifras superiores a las esperadas. Las utilidades recientes de los bancos estadounidenses indican que el consumo de los hogares continúa sólido y que las tendencias crediticias se mantienen saludables, a pesar de algunas quiebras recientes de gran visibilidad. Además, los nuevos anuncios de capex en IA podrían llevar a una aceleración en los pedidos de centros de datos y de empresas de servicios públicos.

Inteligencia Artificial: los motores a partir de ahora

El desempeño de las acciones globales en los próximos meses y años dependerá en gran medida del rendimiento de las empresas vinculadas a la inteligencia artificial (IA). 

Consideramos que dicho desempeño, de aquí en adelante, estará determinado por dos factores principales.

  • En primer lugar, ¿continuarán las tendencias de inversión en capital (capex) cumpliendo con las expectativas? La fuerte inversión en capex ha sido el principal motor del rendimiento de la IA hasta ahora, y creemos que probablemente seguirá siendo el factor más importante de rentabilidad durante los próximos 6 a 12 meses.
  • En segundo lugar, ¿mantendrán los inversionistas la confianza en que las empresas de IA lograrán, finalmente, generar rendimientos atractivos sobre las inversiones que están realizando? Este tenderá a ser el factor más relevante en los próximos dos años o más.

Analicemos cada uno de ellos:

Ilustración de un cerebro electrónico formado por circuitos, que simboliza la inteligencia artificial y el aprendizaje automático

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