La próxima década

Capítulo 2

La próxima década

Adéntrese en las «Cinco D», los escenarios y los principales interrogantes de cara al futuro y conozca nuestras expectativas por clase de activo.

Las "Cinco D"

Las secuelas económicas de la pandemia han sido de amplio alcance y, a menudo, inesperadas. La inflación se disparó y se mantuvo elevada. Las tasas de interés subieron a niveles no vistos en más de 15 años. Sin embargo, a pesar del incremento de las tasas, el desempleo permaneció en niveles bajos y el crecimiento siguió siendo robusto. 

El inusual conjunto de desenlaces económicos en los últimos años lleva a plantearse si el «mundo nuevo» posterior a la pandemia también ha traído aparejado un nuevo régimen macroeconómico, en el cual la economía mundial pasa de estar caracterizada por una demanda débil y un exceso de oferta a presentar limitaciones de oferta y una robusta demanda. 

La respuesta a esa pregunta estará dada por la evolución de lo que hemos dado en llamar las «Cinco D»: desglobalización, demografía, digitalización, descarbonización y deuda.

Principales interrogantes

Escenarios

Los catalizadores podrían incluir altas tasas de inversión ligadas a la digitalización (IA), la descarbonización y la defensa. En este escenario cabría esperar un fuerte crecimiento de los beneficios y buenos resultados de las acciones, pero una evolución inicial más moderada de los bonos, dado que los inversores descuentan que las tasas de interés se mantendrán altas más tiempo.

Los posibles catalizadores de este escenario incluyen un papel prominente de la IA o una vuelta a la globalización. Creemos que este escenario sería favorable tanto para las acciones como para los bonos. Cabe esperar un buen crecimiento de los beneficios que sostenga a las acciones y unas expectativas de tasas de interés más bajas que apuntalen a los bonos.

Los posibles catalizadores incluyen el envejecimiento de la población o la posibilidad de que las promesas de la IA y de las energías renovables defrauden las expectativas. Este escenario probablemente sería favorable para los bonos inicialmente al utilizarse la represión financiera para gestionar la creciente carga de la deuda. Las medidas de estímulo de los bancos centrales podrían apuntalar los múltiplos de las acciones, pero las empresas podrían tener dificultades para hacer crecer sus beneficios.

Los catalizadores de esta tendencia podrían incluir la desglobalización, las tensiones geopolíticas y el cambio climático. En este escenario cabría esperar que tanto los bonos como las acciones tuvieran resultados deslucidos (al menos en términos reales), ya que unas expectativas de tasas más altas y las dificultades para hacer crecer los beneficios reales pesarían sobre la rentabilidad. Los rendimientos nominales de las acciones podrían seguir siendo positivos.

Los catalizadores podrían incluir altas tasas de inversión ligadas a la digitalización (IA), la descarbonización y la defensa. En este escenario cabría esperar un fuerte crecimiento de los beneficios y buenos resultados de las acciones, pero una evolución inicial más moderada de los bonos, dado que los inversores descuentan que las tasas de interés se mantendrán altas más tiempo.

Los posibles catalizadores de este escenario incluyen un papel prominente de la IA o una vuelta a la globalización. Creemos que este escenario sería favorable tanto para las acciones como para los bonos. Cabe esperar un buen crecimiento de los beneficios que sostenga a las acciones y unas expectativas de tasas de interés más bajas que apuntalen a los bonos.

Los posibles catalizadores incluyen el envejecimiento de la población o la posibilidad de que las promesas de la IA y de las energías renovables defrauden las expectativas. Este escenario probablemente sería favorable para los bonos inicialmente al utilizarse la represión financiera para gestionar la creciente carga de la deuda. Las medidas de estímulo de los bancos centrales podrían apuntalar los múltiplos de las acciones, pero las empresas podrían tener dificultades para hacer crecer sus beneficios.

Los catalizadores de esta tendencia podrían incluir la desglobalización, las tensiones geopolíticas y el cambio climático. En este escenario cabría esperar que tanto los bonos como las acciones tuvieran resultados deslucidos (al menos en términos reales), ya que unas expectativas de tasas más altas y las dificultades para hacer crecer los beneficios reales pesarían sobre la rentabilidad. Los rendimientos nominales de las acciones podrían seguir siendo positivos.

Los catalizadores podrían incluir altas tasas de inversión ligadas a la digitalización (IA), la descarbonización y la defensa. En este escenario cabría esperar un fuerte crecimiento de los beneficios y buenos resultados de las acciones, pero una evolución inicial más moderada de los bonos, dado que los inversores descuentan que las tasas de interés se mantendrán altas más tiempo.

Los posibles catalizadores de este escenario incluyen un papel prominente de la IA o una vuelta a la globalización. Creemos que este escenario sería favorable tanto para las acciones como para los bonos. Cabe esperar un buen crecimiento de los beneficios que sostenga a las acciones y unas expectativas de tasas de interés más bajas que apuntalen a los bonos.

Los posibles catalizadores incluyen el envejecimiento de la población o la posibilidad de que las promesas de la IA y de las energías renovables defrauden las expectativas. Este escenario probablemente sería favorable para los bonos inicialmente al utilizarse la represión financiera para gestionar la creciente carga de la deuda. Las medidas de estímulo de los bancos centrales podrían apuntalar los múltiplos de las acciones, pero las empresas podrían tener dificultades para hacer crecer sus beneficios.

Los catalizadores de esta tendencia podrían incluir la desglobalización, las tensiones geopolíticas y el cambio climático. En este escenario cabría esperar que tanto los bonos como las acciones tuvieran resultados deslucidos (al menos en términos reales), ya que unas expectativas de tasas más altas y las dificultades para hacer crecer los beneficios reales pesarían sobre la rentabilidad. Los rendimientos nominales de las acciones podrían seguir siendo positivos.

Los catalizadores podrían incluir altas tasas de inversión ligadas a la digitalización (IA), la descarbonización y la defensa. En este escenario cabría esperar un fuerte crecimiento de los beneficios y buenos resultados de las acciones, pero una evolución inicial más moderada de los bonos, dado que los inversores descuentan que las tasas de interés se mantendrán altas más tiempo.

Los posibles catalizadores de este escenario incluyen un papel prominente de la IA o una vuelta a la globalización. Creemos que este escenario sería favorable tanto para las acciones como para los bonos. Cabe esperar un buen crecimiento de los beneficios que sostenga a las acciones y unas expectativas de tasas de interés más bajas que apuntalen a los bonos.

Los posibles catalizadores incluyen el envejecimiento de la población o la posibilidad de que las promesas de la IA y de las energías renovables defrauden las expectativas. Este escenario probablemente sería favorable para los bonos inicialmente al utilizarse la represión financiera para gestionar la creciente carga de la deuda. Las medidas de estímulo de los bancos centrales podrían apuntalar los múltiplos de las acciones, pero las empresas podrían tener dificultades para hacer crecer sus beneficios.

Los catalizadores de esta tendencia podrían incluir la desglobalización, las tensiones geopolíticas y el cambio climático. En este escenario cabría esperar que tanto los bonos como las acciones tuvieran resultados deslucidos (al menos en términos reales), ya que unas expectativas de tasas más altas y las dificultades para hacer crecer los beneficios reales pesarían sobre la rentabilidad. Los rendimientos nominales de las acciones podrían seguir siendo positivos.

Los catalizadores podrían incluir altas tasas de inversión ligadas a la digitalización (IA), la descarbonización y la defensa. En este escenario cabría esperar un fuerte crecimiento de los beneficios y buenos resultados de las acciones, pero una evolución inicial más moderada de los bonos, dado que los inversores descuentan que las tasas de interés se mantendrán altas más tiempo.

Los posibles catalizadores de este escenario incluyen un papel prominente de la IA o una vuelta a la globalización. Creemos que este escenario sería favorable tanto para las acciones como para los bonos. Cabe esperar un buen crecimiento de los beneficios que sostenga a las acciones y unas expectativas de tasas de interés más bajas que apuntalen a los bonos.

Los posibles catalizadores incluyen el envejecimiento de la población o la posibilidad de que las promesas de la IA y de las energías renovables defrauden las expectativas. Este escenario probablemente sería favorable para los bonos inicialmente al utilizarse la represión financiera para gestionar la creciente carga de la deuda. Las medidas de estímulo de los bancos centrales podrían apuntalar los múltiplos de las acciones, pero las empresas podrían tener dificultades para hacer crecer sus beneficios.

Los catalizadores de esta tendencia podrían incluir la desglobalización, las tensiones geopolíticas y el cambio climático. En este escenario cabría esperar que tanto los bonos como las acciones tuvieran resultados deslucidos (al menos en términos reales), ya que unas expectativas de tasas más altas y las dificultades para hacer crecer los beneficios reales pesarían sobre la rentabilidad. Los rendimientos nominales de las acciones podrían seguir siendo positivos.

Los catalizadores podrían incluir altas tasas de inversión ligadas a la digitalización (IA), la descarbonización y la defensa. En este escenario cabría esperar un fuerte crecimiento de los beneficios y buenos resultados de las acciones, pero una evolución inicial más moderada de los bonos, dado que los inversores descuentan que las tasas de interés se mantendrán altas más tiempo.

Los posibles catalizadores de este escenario incluyen un papel prominente de la IA o una vuelta a la globalización. Creemos que este escenario sería favorable tanto para las acciones como para los bonos. Cabe esperar un buen crecimiento de los beneficios que sostenga a las acciones y unas expectativas de tasas de interés más bajas que apuntalen a los bonos.

Los posibles catalizadores incluyen el envejecimiento de la población o la posibilidad de que las promesas de la IA y de las energías renovables defrauden las expectativas. Este escenario probablemente sería favorable para los bonos inicialmente al utilizarse la represión financiera para gestionar la creciente carga de la deuda. Las medidas de estímulo de los bancos centrales podrían apuntalar los múltiplos de las acciones, pero las empresas podrían tener dificultades para hacer crecer sus beneficios.

Los catalizadores de esta tendencia podrían incluir la desglobalización, las tensiones geopolíticas y el cambio climático. En este escenario cabría esperar que tanto los bonos como las acciones tuvieran resultados deslucidos (al menos en términos reales), ya que unas expectativas de tasas más altas y las dificultades para hacer crecer los beneficios reales pesarían sobre la rentabilidad. Los rendimientos nominales de las acciones podrían seguir siendo positivos.

Expectativas por clase de activo

En la próxima década creemos que el efectivo tendrá una rentabilidad inferior a la de las otras grandes clases de activos, particularmente en escenarios en los que los bancos centrales vuelven a la represión financiera. Consideramos que las acciones ofrecerán las rentabilidades más altas. Los rendimientos futuros de la renta fija deberían de continuar mejorando. Unas buenas rentabilidades en los mercados subyacentes de acciones y bonos probablemente favorezcan los rendimientos de los activos alternativos.

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El próximo año

Capítulo 1 El próximo año

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Lograr el equilibrio

Capítulo 4 Lograr el equilibrio

Conozca cómo consideramos que pueden protegerse los inversores y acrecentar su patrimonio el próximo año y la próxima década.

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Este informe lo han elaborado UBS AG, UBS AG London Branch, UBS Switzerland AG, UBS Financial Services Inc. (UBS FS), UBS AG Singapore Branch, UBS AG Hong Kong Branch y UBS SuMi TRUST Wealth Management Co., Ltd..