¿Qué significará para los inversores una economía china en fase de madurez?
Preguntas clave
Se vislumbra una nueva normalidad para China. Las limitaciones de los antiguos catalizadores del crecimiento y el nuevo énfasis puesto en un crecimiento de mayor calidad posiblemente moderen el crecimiento del PIB del país hacia niveles del 4%-4,5% en los próximos diez años. Para los inversores, esto significa un mayor enfoque a largo plazo en sectores alineados con los esfuerzos de China por impulsar su autonomía tecnológica, localizar el consumo masivo, mejorar los sectores industrial y de alta tecnología y encabezar la transición mundial hacia la energía verde.
¿Cómo se presenta una China en fase de madurez?
¿Cómo se presenta una China en fase de madurez?
China está haciendo una transición hacia una trayectoria de crecimiento más moderado.
Se observa una desaceleración de los catalizadores históricos del crecimiento, incluidas las exportaciones, la inversión fija en inmuebles y la manufacturación de bajo coste. Las altas tasas de inversión en activos fijos han generado un aumento de la deuda y un exceso de capacidad en algunos segmentos de la economía. Y si bien un rápido aumento del PIB per cápita y de los salarios ha sido positivo para el consumo potencial, han reducido la capacidad de China de competir en la manufacturación de bajo coste.
Mientras tanto, las tendencias demográficas son un obstáculo cada vez mayor. La población china de 60 años de edad o más ya representaba casi una quinta parte de la población total en 2022. El país es vulnerable asimismo al riesgo climático y un reciente informe del Banco Mundial sugiere que el cambio climático podría generar pérdidas anuales equivalentes al 0,5%-2,3% del PIB total para 2030. Y la incertidumbre geopolítica podría socavar su cuota de mercado en las manufacturas mundiales e impedir la innovación tecnológica y las mejoras en el sector industrial.
¿Cómo evolucionará la economía china ante estos desafíos?
¿Cómo evolucionará la economía china ante estos desafíos?
En lo que resta de esta década, esperamos que el crecimiento del PIB chino se sitúe en un rango del 4%-4,5% con un nuevo enfoque en un crecimiento de mayor calidad, tras las tasas del orden del 10% en la década de 2000 o las de casi el 8% que caracterizaron a la década de 2010.
Creemos que cada uno de los desafíos arriba descritos se enfrentará mediante una combinación de apoyo de las políticas públicas y soluciones aportadas por el sector privado. Este último habrá de crear oportunidades de inversión interesantes ligadas a los principales catalizadores del crecimiento: el ciclo de mejora del sector industrial, el consumo masivo y la transición hacia la energía verde.
En primer lugar, si bien los desafíos demográficos pueden resultar un problema para el crecimiento general, también esperamos que incrementen el énfasis en una manufacturación con más valor añadido, que ya representa el 22% de las exportaciones totales. Una población más mayor también estimulará el crecimiento de la economía «de las canas», que presenta oportunidades de inversión en sectores que incluyen servicios e instalaciones de atención sanitaria para personas de edad avanzada, cirugía estética y gestión patrimonial. Un ejemplo es la expansión del mercado de las pensiones de China, que se ha duplicado en los últimos seis años y totalizaba 12 billones de CNY para finales de 2020.
China: A new normal for growth
Real GDP growth, y/y in % average including estimates
- 0 %
2000s
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2010s
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2020s
Source: IMF, UBS, as of 30 October 2023
Segundo, China se está posicionando como un líder en soluciones de descarbonización y vemos oportunidades en la energía solar, eólica y nuclear. Los objetivos nacionales exigen que la generación de electricidad a partir de combustibles no fósiles represente el 80% de la generación total para 2060, frente a un 50% en la actualidad. Para 2027 se espera que China tenga 97 GW de nueva capacidad de almacenamiento energético, lo que supone aproximadamente un crecimiento anual compuesto del 50% respecto de los niveles actuales, según China Energy Storage Alliance. Mientras tanto, los incentivos del gobierno tienen por objetivo afianzar la posición de China como el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo. Y todo lo antedicho parece en condiciones de obtener apoyo de un mercado para la financiación verde que se ha triplicado ampliamente en cinco años, hasta alcanzar un total de 30 billones de CNY en el primer semestre de 2023.
Por último, si bien las tensiones geopolíticas se han intensificado, también han incentivado a China a poner un énfasis estratégico en la autonomía, en especial en los sectores de semiconductores, tecnologías 5G, IA y metales de tierras raras. Para esto, China ha aumentado considerablemente la inversión relacionada con semiconductores, ha elevado el gasto total en I+D al 2,6% del PIB (desde menos del 2% hace una década) y se propone seguir aumentándolo en al menos un 7% cada año.
También esperamos que la tendencia a la autonomía llegue al consumo, permitiendo tanto el crecimiento de marcas locales en campos que van desde la ropa deportiva hasta los cosméticos, las joyas y los automóviles, como la continuación del crecimiento del comercio electrónico, en particular para empresas que logren aumentar la penetración en zonas rurales y mejorar la infraestructura de pagos.
Consecuencias para la inversión
Consecuencias para la inversión
El reequilibrio del crecimiento de China conllevará un cambio en el conjunto de las oportunidades de inversión.
Dentro de China nos inclinamos por inversiones alineadas con las prioridades a largo plazo del país, lo que incluye la autonomía, la descarbonización y una manufacturación de mayor valor añadido. Más concretamente, nos gustan las empresas de software y hardware de la nube que habrán de sacar partido de un mercado de IA total de China que crecerá más de un 20% anual en los próximos años, si bien los portales de internet líderes de China deberían beneficiarse de integrar las funciones de IA en sus plataformas. También identificamos oportunidades en los fabricantes de vehículos eléctricos líderes, en vista del fuerte crecimiento interno y del aumento de las exportaciones a la zona euro y al sudeste asiático. Por último, prevemos que el enfoque puesto por el país en la manufacturación de alto valor favorecerá a las industrias de la automatización y las tecnologías de suministro.
China es el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo
Ventas mundiales de VE, en unidades
En términos generales del mercado, puede sostenerse que así como el periodo de alto crecimiento de China no resultó muy favorable para las rentabilidades de la bolsa china, un periodo de crecimiento más bajo tampoco tiene que ser necesariamente negativo. Un crecimiento más reducido pero de mayor calidad podría incluso ser positivo para las rentabilidades del mercado si la transición económica del país crea mayores oportunidades para que las empresas puedan innovar con éxito y ofrecer servicios y productos con altos márgenes de rentabilidad.
Por lo demás, en Asia identificamos un fuerte potencial de crecimiento económico y de mercado, tanto en la India como en Indonesia. A medida que el crecimiento de China se desacelera, creemos que la India podría atraer crecientes flujos de inversores. Las acciones indias parecen estar en condiciones de beneficiarse de reformas integrales, del papel cada vez mayor de la India en el reordenamiento de las cadenas mundiales de suministro y de las favorables características demográficas, con una población en edad de trabajar que habrá de crecer a razón de 82 millones de personas al año hasta el final de esta década. Mientras tanto, esperamos que Indonesia se beneficie de su posicionamiento como centro regional de apoyo a las industrias de alta tecnología de China, incluido el suministro de componentes para baterías de vehículos eléctricos.
Fuera de Asia, el rápido crecimiento de China ha sido un catalizador importante de la demanda de sectores en todo el mundo, lo que incluye materiales, energía, bienes de consumo, automóviles y el segmento industrial. De cara al futuro, no prevemos que estos mercados pierdan importancia repentinamente, si bien el crecimiento de la demanda china probablemente se desacelere en los próximos años.
En el sector de materiales, si bien estimamos que los exportadores de materias primas a China se beneficiarán del crecimiento general del país, el dinero de los inversores puede comenzar a virar hacia inversiones en infraestructura en áreas tales como la tecnología verde. De igual modo, si bien China seguirá siendo una fuente clave de la demanda del consumidor y de las empresas industriales europeas, una proporción creciente del crecimiento futuro podría beneficiar a empresas chinas emergentes centradas en el consumo masivo y la actividad industrial de alto valor añadido.
¿Puede escapar China de la trampa de la renta media?
¿Puede escapar China de la trampa de la renta media?
Históricamente, los países que han experimentado un rápido crecimiento y han permitido el ascenso de su población al segmento de renta media a menudo han fracasado en la fase siguiente de su desarrollo. La falta de competitividad en las manufacturas, la incapacidad para innovar o unas instituciones que no han logrado estar a la altura del desarrollo económico han frenado a países tales como Sudáfrica y Brasil.
Unos pocos países de Asia, incluidos Corea del Sur y Japón, se zafaron de la trampa, aunque después de que Japón se convirtiera en un país de renta alta, enfrentó importantes dificultades que condujeron a casi tres décadas de crecimiento nulo.
En nuestra opinión, es improbable que China corra la misma suerte. Se encuentra en una etapa de desarrollo económico muy anterior a la de Japón en la década de 1990, ya que actualmente su PIB per cápita es de 12.720 USD frente a los 25.371 USD de Japón hace treinta años. Esto significa que China aún tiene más potencial de crecimiento. Asimismo, cuenta con un mercado de consumo interno mucho mayor, con una clase media de casi 400 millones de personas. Por otra parte, si bien el Acuerdo Plaza contribuyó a una fuerte revalorización del yen, a una caída de las exportaciones y a un cierto giro del sector manufacturero hacia Estados Unidos, China está dando prioridad a la autonomía y reduciendo su excesiva dependencia de sectores estratégicos, además de mantener la estabilidad de las cadenas de suministro.
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Este informe lo han elaborado UBS AG, UBS AG London Branch, UBS Switzerland AG, UBS Financial Services Inc. (UBS FS), UBS AG Singapore Branch, UBS AG Hong Kong Branch y UBS SuMi TRUST Wealth Management Co., Ltd..