Question 1

Un rayo de esperanza

Accepted Answer

Irónicamente, la amenaza de nuevos aranceles estadounidenses podría estar logrando lo que años de debate interno no han conseguido: obligar a México a actuar con decisión. Podría estar surgiendo una nueva fórmula más firme para hacer frente a la inseguridad, centrada en una colaboración más estrecha con EE. UU. en inteligencia, aplicación de la ley y control de fronteras.
Dos pilares clave de la estrategia de seguridad nacional actualizada de México están empezando a dar sus frutos: (1) una mayor atención a la inteligencia y la investigación, y (2) una coordinación más estrecha dentro del gabinete de seguridad federal y con los gobiernos estatales.
La presidenta Sheinbaum ha señalado que se está produciendo un cambio de estrategia. Si se combina con una mayor cooperación bilateral, podría marcar un punto de inflexión en la lucha de México contra el crimen organizado.

Question 2

Limitaciones presupuestarias

Accepted Answer

Aun así, la capacidad de México para cumplir sus promesas en seguridad sigue siendo limitada. El gasto en defensa y el número de tropas siguen siendo inferiores a los de los países de la región.
Al mismo tiempo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana se enfrenta a un recorte presupuestario de más del 35%: de 110.000 millones de MXN en 2024 a 70.000 millones en 2025. Esto podría obstaculizar la implantación de herramientas de inteligencia avanzadas, sistemas de vigilancia y esfuerzos para reforzar las fuerzas policiales locales.

Question 3

Un punto de anclaje estratégico en Norteamérica

Accepted Answer

A pesar de los persistentes riesgos en seguridad, México sigue siendo un destino atractivo para la inversión a largo plazo. Su proximidad geográfica a EE. UU., su profunda integración económica y su alineación con los intereses de seguridad estadounidenses ofrecen un grado de solidez que raramente se encuentra en otros mercados emergentes.
En un mundo marcado por las interrupciones en las cadenas de suministro, las rivalidades geopolíticas y las alianzas comerciales cambiantes, el papel de México en la «Fortaleza Norteamérica» sigue siendo esencial.

Question 4

Violencia y estabilidad social

Accepted Answer

América Latina solo representa el 8% de la población mundial y, sin embargo, sufre casi un tercio de los homicidios registrados en el mundo. Los problemas de seguridad son muy graves en México, donde la violencia sigue impactando la estabilidad social y el progreso económico.
El efecto de la inseguridad va mucho más allá del daño inmediato a los ciudadanos: erosiona la confianza de los inversores, obstaculiza la productividad e impone costos económicos y sociales elevados en todo el país.
En México, las consecuencias económicas de la inseguridad son complejas y tienen un alcance amplio. Preocupan sobre todo sus efectos en el sector privado y el creciente escrutinio que suscita entre los socios internacionales, sobre todo en Washington.

Question 5

Una pesada carga para el sector privado

Accepted Answer

En encuestas recientes, casi una de cada tres empresas de América Latina identificó la delincuencia como un obstáculo importante o muy importante para hacer negocios, por encima incluso del acceso a la financiación o los obstáculos reglamentarios (FMI, 2024).
En México, las cifras son impactantes. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 1,3 millones de empresas —aproximadamente 2722 de cada 10.000 unidades económicas— fueron víctimas de delitos en 2023, siendo el sector comercial el más afectado, seguido de la industria manufacturera y los servicios.
La carga financiera es igualmente preocupante y se encuentra entre las más altas de la región. El INEGI estima que la delincuencia le costó a las empresas mexicanas casi 125.000 millones de MXN en 2023, lo que equivale al 0,5% del PIB. Además, las empresas gastaron más de 67.000 millones de MXN en medidas preventivas —desde alarmas y cámaras de vigilancia hasta pólizas de seguro y dispositivos de rastreo— solo para proteger sus operaciones.
La extorsión, el delito más común, tiene efectos muy corrosivos. Reduce directamente los fondos que podrían destinarse a inversiones de capital, socava la productividad y desalienta el espíritu emprendedor.
Las elevadas tasas de homicidios agravan aún más el problema al aumentar el coste y la incertidumbre de hacer negocios. En un entorno en el que la seguridad no se puede dar por sentada, tanto los particulares como las empresas se vuelven más reacios al riesgo.

Question 6

Instituciones débiles

Accepted Answer

En el centro de la crisis de seguridad de México se encuentra una sensación de impunidad que permite a las redes criminales operar con relativa facilidad. El INEGI informa que solo el 12% de los delitos se denuncian y, de estos, menos del 80% se investigan.
Muchas víctimas simplemente no confían en las autoridades o creen que denunciar es inútil. Esa desconfianza no es infundada. Según Transparency International, solo un tercio de los latinoamericanos confía en la policía, y la de México se considera la menos fiable de la región.
El crimen organizado se ha infiltrado en el poder de las autoridades, creando un círculo vicioso: el crimen erosiona la confianza y la responsabilidad, lo que a su vez alimenta más delincuencia.
El sistema judicial mexicano también está bajo presión. La reciente reforma judicial ha suscitado preocupación por la politización, el debilitamiento del Estado de derecho y el posible aumento del coste de la actividad empresarial. En un entorno así, hacer cumplir los contratos se hace más difícil y el gasto añadido de asegurar las operaciones se convierte en un desincentivo para invertir.

Question 7

Respuesta a la presión del Norte

Accepted Answer

La presidenta Claudia Sheinbaum ha heredado una crisis de seguridad profundamente arraigada. Años de estrategias militarizadas no han logrado desmantelar los cárteles ni detener su expansión hacia sectores ilícitos y legales de la economía.
A diferencia del enfoque «Abrazos, no balazos» de su predecesor, Sheinbaum parece estar adoptando una postura centrada en las investigaciones y reforzando la colaboración con las autoridades estadounidenses. Este cambio no se produjo de forma aislada. Bajo la administración Trump, Washington ha intensificado sus exigencias a México para frenar la migración y el narcotráfico. En respuesta, México ha desplegado tropas adicionales de la Guardia Nacional en su frontera norte y ha transferido a delincuentes de alto perfil a la custodia de Estados Unidos. Al mismo tiempo, México ha rechazado firmemente cualquier oferta de incidencia militar directa estadounidense, haciendo hincapié en el respeto a la soberanía nacional.
Más recientemente, EE. UU. ha centrado su atención en el sistema financiero mexicano. Las autoridades estadounidenses han pedido a los bancos mexicanos que adopten medidas más contundentes contra el lavado de capitales, presionando para que se refuerce el cumplimiento normativo y la transparencia.
En un paso importante, seis de los cárteles más grandes de México han sido calificados como organizaciones terroristas extranjeras. Esta designación otorga a las autoridades estadounidenses mayores poderes legales para congelar sus activos y tipificar como delito las transacciones financieras con ellos. Esto refleja un cambio estratégico más profundo: EE. UU. está atacando cada vez más las fuentes de financiación del crimen organizado.
Se ha expresado preocupación por el lavado basado en el comercio, las transacciones con criptomonedas y los vínculos entre los cárteles y las redes chinas. El robo de combustible (conocido como «huachicol») también se ha convertido en una importante fuente de financiación ilícita, que cuesta miles de millones a las empresas energéticas estadounidenses.

Skip Links

México: Desafío persistente en seguridad y un rayo de esperanza

Análisis en resumen

Impulso hacia cambios

Colaboración con EE. UU.

Destino de inversión

Crisis de seguridad

Perspectiva positiva

¿Listo para iniciar una conversación?