Inversión sustentable Inversión sustentable y filantropía: dos paralelos, un impacto

Históricamente, la inversión responsable comenzó con la práctica de excluir a empresas y/o sectores específicos que se consideraban involucrados en prácticas dañinas o poco éticas hacia la sociedad o al medio ambiente. 

Excluir sectores que no van acorde con los objetivos de sustentabilidad, o que incluso pueden exacerbar los desafíos globales, puede alinearse con sus valores y preferencias personales. Las exclusiones como herramienta se puedn aplicar para complementar las estrategias tradicionales con un enfoque en la sustentabilidad. 

Cuando se habla de filantropía, es común empezar con la práctica de la "filantropía ocasional", es decir, hacer donaciones en especie a organizaciones sin fines de lucro, incluyendo a las donaciones directas a organizaciones y causas que son significativas e importantes para el donante. Si bien los esfuerzos filantrópicos pueden ser escalables y generosos, no existe una investigación activa sobre la efectividad de sus cambios.

Al invertir, pasando de la exclusión a la integración ambiental, social y de gobernanza (ESG) permite que el inversionista se vuelva intencional sobre su inclusión. 

 
La integración de criterios ESG significa tener en cuenta de manera proactiva los factores ambientales, sociales y de gobernanza relevantes al tomar decisiones de inversión en conjunto con consideraciones financieras. Un enfoque proactivo y explícito en ESG permite que los inversionistas se cuestionen si su cartera está posicionada para un mundo en proceso de cambio, en el que las consideraciones de sustentabilidad como el cambio climático o la diversidad influyen cada vez más en el rendimiento financiero. 

En la vía de la filantropía, la consideración activa se orienta a propósitos y soluciones, enfatizando la aplicación de medidas de desempeño y herramientas de gestión. El modelo de filantropía estratégica aplica principios empresariales, y en particular capital de riesgo, a la filantropía para aumentar la eficiencia y el impacto de estos esfuerzos en un horizonte a largo plazo.

En el espectro de la inversión, la inversión de impacto busca promover un cambio intencional, mensurable y positivo mientras busca rentabilidad del mercado. El más intencional de los enfoques permite que los inversionistas hagan una diferencia positiva con su capital al proporcionar el financiamiento necesario para enfrentar los desafíos globales de sustentabilidad. 

Las finanzas sociales son una nueva categoría innovadora inspirada en el impacto dentro de la filantropía, donde el capital privado se está introduciendo en la ecuación para abordar importantes problemas sociales y medioambientales. 

Este enfoque requiere sumas significativamente mayores de capital filantrópico y es parte de un movimiento para utilizar vehículos financieros innovadores con fines filantrópicos que incorporan un financiamiento basado en resultados y otorgada en función a la rentabilidad. Los donantes son “inversionistas” en estos modelos y quieren que las organizaciones que apoyan generen una rentabilidad social (y a veces financiera) mensurable.