Videos Usted Pregunta, Nosotros Respondemos: Todo sobre la inversión sostenible y de impacto

Cuantificar la sostenibilidad real de una empresa implica responder a una serie de preguntas esenciales. ¿Cómo lleva a cabo sus operaciones? ¿Cómo trata a su personal? ¿Qué hace con su huella de carbono? ¿Cómo es el sistema de gobierno corporativo?

Los inversores deben tener en cuenta los productos y servicios con los que las empresas generan sus ingresos y cómo estos bienes y servicios se ajustan a las normas y directrices internacionales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Los inversores también pueden centrarse en áreas específicas de la sostenibilidad. Por ejemplo, quienes piensen que la escasez de agua es un problema importante deberían analizar la huella hídrica de una empresa o considerar las empresas que ofrecen soluciones de purificación del agua.

Las calificaciones desempeñan un papel fundamental en la evaluación del impacto. La cantidad de datos sobre sostenibilidad y ESG utilizados por las entidades de calificación está creciendo exponencialmente y estas métricas constituyen un buen punto de partida para quienes buscan ejercer un impacto.

Las puntuaciones resultantes son útiles, pero los inversores deben mirar más allá de las calificaciones generales y analizar el rendimiento en detalle, idealmente con la ayuda de un asesor financiero.

Con la incorporación gradual de la inversión sostenible, es importante poder identificar las estrategias de sostenibilidad que carecen de autenticidad. La intención y la metodología son aspectos cruciales en este sentido, así como hacer los deberes básicos para comprobar cómo se alinean las estrategias anunciadas por las empresas con los resultados reales. 

Naturalmente, la inversión sostenible implica integrar los objetivos de sostenibilidad con los de riesgo y remuneración.

Un método que suele utilizarse en la inversión sostenible es la exclusión, que consiste en filtrar las empresas que no cumplen los criterios de sostenibilidad e impacto. Pero cada vez más, la selección de empresas se está convirtiendo en algo tanto o más importante, y en algunos aspectos constituye un enfoque más proactivo para alinear los objetivos de sostenibilidad y de inversión.

La estructuración de una cartera de inversiones sostenible se basa en dos consideraciones principales: las operaciones y las soluciones.

Las empresas son evaluadas en función de lo que hacen en sus operaciones y del tipo de soluciones que ofrecen. Los inversores deben comprobar a fondo la situación de las empresas en materia de gobierno corporativo, diversidad y uso eficiente de los recursos y, sobre todo, cómo están mejorando en estos ámbitos.

Otra estrategia consiste en trabajar con gestores de fondos que interactúen con la dirección de las empresas y estimulen a los ejecutivos para alcanzar sus objetivos de diversidad.

Un enfoque eficaz de la sostenibilidad implica un proceso de selección exhaustivo y un análisis en profundidad de la adecuación de las empresas a los objetivos de intencionalidad personales del inversor. Y recuerde que las estrategias de inversión sostenible pueden aplicarse no solo a la renta variable, sino también a la renta fija, como los bonos centrados en la ecologización de los edificios.