Consideraciones para los bancos europeos Consideraciones para los bancos europeos

Los bonos AT1 de Credit Suisse se amortizaron gracias al apoyo gubernamental, generando preocupaciones por parte de los inversionistas en relación al tratamiento normativo de esta clase de activos. Después de esta decisión, también observamos que los AT1 emitidos por otros bancos europeos fueron cotizados a niveles más bajos.

Los bonos subordinados de los bancos se diseñaron para absorber pérdidas con el fin de proteger a los depositantes y a los acreedores preferentes, y la presencia de este riesgo siempre ha sido la razón de los mayores rendimientos de dichos bonos.

El Banco Central Europeo, la Junta Única de Resolución y la Autoridad Bancaria Europea afirmaron que, en la eurozona, “los instrumentos de capital ordinario son los primeros en absorber pérdidas y sólo después de su plena utilización se exigiría la amortización del nivel 1 adicional. Este enfoque se ha aplicado sistemáticamente en casos anteriores y seguirá guiando las actuaciones de la JUR y de la supervisión bancaria del BCE en las intervenciones en situaciones de crisis”.

A corto plazo, esperamos mayores rendimientos y volatilidad para los bonos AT1 subordinados en general y, potencialmente, una mayor diferenciación entre los rendimientos de los bonos. También esperamos una mayor diferenciación de rendimientos en el mercado entre los emisores más fuertes y los menos fuertes.

Desde el punto de vista de la solvencia, seguimos considerando al sector bancario europeo como un sector saludable. Los bancos europeos tienen pérdidas no realizadas relativamente limitadas, tienen bases de depósitos diversificadas y están bien capitalizados. Los bancos europeos también tienen una fuerte posición de liquidez, con un PER de 6.3 veces, el sector bancario de la eurozona está barato en relación con la historia (la media de 20 años es de 9.6 veces).

El entorno actual del sector bancario europeo está orientado principalmente a mantener la confianza en el sistema bancario, incluyendo a los bancos regionales estadounidenses.

Debido a un mercado menos líquido y tenso, creemos que los inversionistas no deberían vender sus posiciones existentes en bancos que permanecen en una posición sólida. La volatilidad del mercado también nos lleva a recomendar una postura neutral hacia los bancos de la eurozona en esta etapa.

En cuanto a los bonos preferentes de bancos, preferimos los bonos preferentes de grandes bancos con posiciones financieras fuertes, ya que éstos siguen estando muy bien protegidos por una gran cantidad de capital que absorbe las pérdidas.

Aconsejamos a los inversionistas que  diversifiquen sus exposiciones a escala mundial y consideramos adecuada una asignación global al sector financiero del 30-40% dentro de una cartera de bonos con grado de inversión (IG).